Si bien es cierto que estamos en medio de una revolución que lo está cambiando todo – la forma de producir, de consumir, de relacionarnos, los métodos, los canales de comunicación y, en esencia, el mundo – también debemos sentirnos alentados y motivados de poder protagonizar un momento disruptivo histórico, una nueva revolución industrial en la que avances como el Internet de las cosas, los medios digitales, las nuevas tecnologías, el Big Data y la conectividad, han derribado todas las fronteras posibles.
Este escenario exige la incorporación de perfiles profesionales distintos y la adaptación de los actuales, requiriendo personal cualificado para liderar y secundar la transformación digital. Esto hace necesario el rediseño los puestos de trabajo con foco hacia la economía digital, donde el análisis de competencias tiene que ir más allá de los conocimientos técnicos y el manejo de herramientas, para alcanzar un abanico de habilidades necesarias para adaptarse a este nuevo entorno.
¡Los profesionales tienen que cambiar la forma de pensar y actuar!
